Esta primavera llorona, gris y extraña me tiene deprimido hasta el pelo. No se deja alisar. No se deja rizar. Está ofuscado. Se ahueca como una esponja marina y ahí se queda simulando ser un molusco sobre mi cabeza.
El sol se ha negado a salir, se han apagado los destellos de color chocolate con leche con los que me prometió mi peluquera que brillaría mi pelo.
Moraleja:
vaya... veo que marzo esta siendo un mes muy prolijo... por dios, con la de vueltas que le he dao al pastelito ese y ahora que no tengo ordenador en unos días... te lanzas jajajajajajajaja
ResponderEliminarno te preocupes por el pelo.. tu al menos tienes pelo.... snif
besos de cuarentona alopécica jajajajajajaja