lunes, 23 de enero de 2012

Una cita para hoy

Duda que sean fuego las estrellas, duda que el sol se mueva, duda que la verdad sea mentira, pero no dudes jamás de que te amo.
William Shakespeare

miércoles, 18 de enero de 2012

Cosas que pasan




Hoy he estado en Madrid, en realidad en las cercanías de Madrid, Navalcarnero, Móstoles, Alcorcón, Boadilla, Brunete... Donde únicamente he estado es en Majadahonda.


Yo iba a mi revisión traumatológica, pero he estado a punto de sufrir un trauma. He sido presa de unos pocos topicazos, de esas situaciones que habitualmente crees que sólo salen en las películas y en los sketches de humor.


Por ejemplo, al llegar al parking del hospital, había una rubia con un Smart, muy mona ella, buscando aparcamiento y hablando por teléfono a la vez. ¡¡¡ Pero tía!!! ¡Con un Smart no tienes que buscar! Sólo lo metes en el primer huequito que veas.


Pues bien, he pensado que una hembra de Golden Retriever será la única rubia lista que conoceré. Sin acritud, ¿eh?


¿Seguimos? Claro, claro, ha sido un día muy fructífero en en pensamientos tontos.


Llego al mostrador de recepción para ver en qué consulta está mi médico y como si tuviese la lepra, todas las señoritas han salido huyendo. Cabronas... Hay un chico también, pero siempre está hablando por teléfono y además es algo desagradable. Yo creo que no habla con nadie, es sólo que tiene vocación de famoso, lo que yo no sabía es que yo tuviera cara de paparazzi.


En fin, que tras entrar en la consulta y salir antes de la hora a la que estaba citada, se ha cumplido otro topicazo lamentable, la sanidad privada funciona mejor que la pública.


Por cierto, estoy muy bien, otro mes mas de rehabilitación y me vuelve a ver. Su consejo: no tengas prisas, no corras; para correr estoy yo, lo que quiero es que me dejes conducir.


Sigamos. Quería comprar café, así que al salir hemos parado en un Starbucks. Me encantan los cafés de allí, que además de estar muy ricos te los ponen en tamaño King Size. He comprado un café de Guatemala con notas de limón y chocolate negro con un nombre muy prometedor, Casi Cielo, otro Arábica de distintas procedencias y una latita de té, Earl Grey Tea con bergamota y lavanda, una delicia. Probadlo si no lo habéis hecho ya. Sí, sí, todo muy pijo, jejeje. Como todo lo de esta tienda, hasta los precios.


Ha entrado un chico muy majo y ha pedido dos cocacolas. No sabía lo que era un jodido Starbucks.


La dependienta le ha dicho muy amablemente que no sirven ese tipo de bebidas, aunque yo creo que le hubiera gustado decirle que no servían ese tipo de "bebidas asquerosas", porque ella trabaja en un Starbucks, un sitio pijo, selecto y de buen gusto. Como los dependientes de Desigual, que son los elegidos de entre los dependientes del mundo mundial. Si el chico le pide una magdalena de esas deliciosas, enormes, de chocolate, de frutos secos... en vez de una "muffin" la dependienta de lujo se le habría tirado al cuello y yo me habría descojonado allí mismo.


De todos modos, el mejor rato ha llegado después, cuando ya había pagado y me iba.


Una niña muy mona de unos 25 que miraba las tazas mientras yo terminaba, ha pedido un "capuccino de fresa con leche desnatada". A mí me ha recordado a esa escena de Tienes un E-mail" en la que un chico pide "un Mochaccino descafeinado con leche desnatada y con sacarina." Yo he buscado a Meg Ryan y a Tom Hanks, incluso he puesto cara de Carry Bradshaw, muy neoyorkina yo.



-"Sin nata, ¿verdad?- ha dicho la dependienta.


-"Obviamente"-he pensado yo.


-"No, no",- ha dicho la del Capuccino de fresa con leche desnatada,- "con nata".


¡¡¡¡¡¡Juassssjajajajajajajaja!!!!!! Chata, tú tienes una amiga rubia que conduce un Smart, ¿no?

miércoles, 11 de enero de 2012

Palmeritas de Azúcar



Ésta es una de esas recetillas del pánico. Esas que siempre es bueno conocer para los días que de repente tienes gente a tomar café y no tienes nada más que unas tristes galletas maría.

Necesitamos una placa de pasta de hojaldre. Así que seremos prácticos y el próximo día que compremos metemos una placa de hojaldre y la congelamos esperando el día que podamos necesitarla. O bien la hacemos en cuanto lleguemos a casa y probamos a ver qué sale. Que también es importante. Yo siempre digo que cuando quieres quedar bien debes hacer algo que ya sepas que te sale bien. No probar con las visitas, para eso están los de casa.

A ver, que me pierdo: Placa de hojaldre y azúcar. Ya está, eso es todo lo que necesitamos.

Extendemos la placa de hojaldre sobre la encimera. Sobre el papel de horno que viene siempre. Ponemos azúcar sobre el hojaldre, bien extendido. Apretamos el azúcar contra la masa con un rodillo, pero sin extender la masa.

Doblamos los dos extremos de la placa hasta la mitad. Volvemos a poner azúcar y otra vez los extremos hasta la mitad. Azúcar otra vez y doblamos hasta que nos quede un rollito. Lo apretamos suavemente con el papel de horno.

Con un cuchillo grande cortamos trocitos de nuestro rollito de aproximadamente 1cm.

Colocamos los trocitos en la bandeja de horno sobre el papel. No olvidéis dar una vueltita de 90º a los cachitos, y así ya veréis que tiene forma de palmerita. Si queréis los podeis aplastar un poquito con la hoja del cuchillo, pero poco, eh?

Al horno, que habremos pecalentado a 170º mientras trabajabamos.

10 min, hasta que estén del color deseado.

Otros 2 minutos del otro lado y LISTO! A COMER!

Es importante que el horno esté caliente ya cuando metamos las palmeritas, porque si no no subirán tan rápido como queramos. Además, debemos colocar bien separadas las palmeritas porque crecerán y así no se pegan.

Es aconsejable poner una cafetera en el mismo momento en que encendamos el horno. Así lo tendremos todo listo a la vez.