Bacalao Dorado

Ingredientes:
Migas de Bacalao
Huevos
Cebolla y Patatas paja

Vamos por partes.
En los supermercados encontramos "migas de bacalao". A mí en particular no me gustan. Primero, me parecen de poca calidad y segundo, es dificil quitarles la piel. Por este motivo, yo prefiero comprar lomos de bacalao. No hace falta que sean frescos, congelados nos valen. Es más, casi mejor que estén congelados. Así será más fácil quitarles la piel y partirlos en trozos pequeñitos pequeñitos. Los venden congelados en su punto de sal a un precio bastante curioso.

Los huevos. ¿Cuántos usamos? Pues yo diría que unos dos huevos por persona para una ración considerable.

La Cebolla. Es muy aconsejable cortarla en trocitos muy muy finitos, en juliana y refreirla bien bien para que no quede cruda y cruja cuando nos comamos nuestro delicioso plato.

Antes de hacer nada, debemos preparar todas las cosas: desmigajar el bacalao, cortar en juliana la cebolla y hacer las patatas paja. Se rallan y se fríen, no es difícil, algo engorroso, así que este paso nos lo podemos saltar y comprarlas hechas.

Yo la última vez que lo he hecho no he encontrado patatas paja, y no me apetecía un pimiento ponerme a rallarlas, así que con una bolsa de patatas chips de toda la vida hice migas de patatas y quedó bastante bien. ;p

Venga, empezamos con la elaboración.

1. Ponemos aceite de oliva y refreimos la cebolla.

2. Añadimos las migas de bacalao que nos hemos fabricado con los lomos.

3. Si ya venía en su punto de sal, nada, pero si no es así, pues añadimos un poquito de sal al gusto.

4. Cuando el pescado esté hecho, sin que se nos quede muy seco, añadimos los huevos. Podemos echarlos ya batidos o bien enteros a modo de revuelto. En el último caso, removemos primero las claras y dejamos las yemas para el final, así se verá de color blanco y amarillo. Rectificar la sal.

5. Si hemos batido los huevos o justo antes de remover las yemas, si los hemos dejado enteros, echamos las patatas paja y removemos para que todo se mezcle bien.

No debe quedar compacto como una tortilla, más bien sueltecito.

Yo lo suelo acompañar de pan tostado, no sé por qué, pero a mí me pega y está rico.