domingo, 12 de junio de 2011

Cuando te sale del alma

Hay veces que un comentario no suele ser el más adecuado, pero te sale del alma. Son de esos que, sin saber porqué, no puedes reprimirlos.

Podría poner ejemplos muy claros, como cuando dices de alguien que es "muy buena gente", "super simpático", calificativos que nunca van unidos a "¡qué pedazo de maromo!" "¡qué chica más guapa!"

Otras veces soltamos un "¡ayyy, qué niño más rico!", "¡qué rico!", ¡qué tierno!", "¡qué ricura!" sin poder añadir que es precioso, bonito, encantador. En estos casos, nada más acertado que la sabiduría popular, "los niños son como los pedos, a cada uno le gustan los suyos".

Y así podríamos seguir hasta el infinito y más allá. Porque los humanos de ahora somos tremendamente eufemísticos o terriblemente hipócritas...

Hay otras ocasiones, en las que la diplomacia brilla por su ausencia, cuando el acto refeljo de reprimir te falla y sueltas una broma que no sabes hasta qué punto va a ser bien aceptada.

Hoy, primer día de verano de piscina (ya hemos pasado el 40 de mayo), al ponerme el bikini del año pasado, he recordado el día que me lo compré. Yo salía del probador de la tienda con el bikini en la mano mientras el dependiente y otro chico se afanaban en quitar el broche de la parte de arriba de un bikini que llevaba un maniquí sin ningún éxito. Mi frase "sin pensar" fue: "Vamos, vamos que no se diga..."

Ambos muchachotes se quedaron atónitos como pensando: "Joder, esta tía duda de nuestra capacidad para quitar un sujetador/bikini cuando la situación lo requiera.

Yo, consciente de mi poca capacidad de represión, me limité a sonreir y dejar que los dos chicos se entrenasen con el maniquí para futuras ocasiones.

Pero es que hay veces, en las que si no dices algo revientas, vamos que ... te sale del alma.

2 comentarios:

  1. Ten cuidado, ya sabes que por la boca muere el pez.....abrazos.

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  2. De tu escrito se desprende que todos tenemos alma. Estás segura de eso?

    Ale, ahora le das una vuelta y me cuentas.

    Adios preciosa. (Uy, me ha salido del alma)

    Un grillo de monte

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